Yo no pensaba nacer, realmente mis padres ni se conocían, para hacer honor a la verdad, cuando misiles estadounidenses apuntaban hacia Cuba, y otros, soviéticos, emplazados acá, “equilibraban” el conflicto militar y amenazaban el sueño americano.
Esa parte de la historia terminó. No intercambiamos ojivas nucleares. Cada país sacó sus cuentas y a los cubanos de la época, aunque dudo que en términos diplomáticos se emplee el vocablo, el diferendo tripartito resuelto entre dos, los dejó con el C… al aire.
Puedo hablar del disgusto y el mal rato que deben haber pasado muchos de los cubanos al lado de las cuatro bocas (las ametralladoras antiaéreas), o del susto que, “en par y redondos” también debe haber subido hasta la boca a los americanos de 1962. Pero prefiero la historia como la contó Juan Padrón.
Padrón narra los hechos más significativos del conflicto: la tensa situación política de las jornadas previas, el traslado y posterior emplazamiento de los misiles soviéticos en Cuba, el espionaje norteamericano, su respuesta, la solución “diplomática” y el ambiente de la Isla en esos días.
Quizás discrepe conmigo si vio el corto, o lo consigue, pero la mejor parte, en mi opinión, es la que muestra a los isleños “repartiendo amor” en azoteas y balcones. Esperando lo peor al lado de un cañón, sin pensar en el mañana, si este no va a ser como se quiere.
Juan dedicó el dibujo animado a los nacidos en el año 1963, fecha en que vinieron al mundo muchos de los cubanos engendrados al borde del cataclismo, aunque en realidad fue al año siguiente ( 1964) cuando se registra la mayor tasa de natalidad en la historia de la Cuba revolucionaria.
La crisis de los misiles, la crisis de octubre, o la crisis de la “gozadera”, como también se le podría llamar después de ver el corto, es historia. Para sacar lecciones, hacer películas, pero sobre todo para entender como funciona el cubano.
Hoy el asedio continúa, son de otro tipo los misiles, muchos rondan por aquí. Pero la determinación de los nativos a hacer las cosas como les plazca no ha cambiado en nada y creo que no va cambiar, menos para los que piden cambio.
Lo único que se modificó es que ahora somos más abiertos para formar el relajo. Si el apretón sigue, pienso que para el próximo año seremos más y muchos más para el 2012.
oye, dónde está el material de Elpidio? mira que Isnelito ya no quiere ver a Tarzán, sería bueno tener este capítulo para entender la historia. Un abrazo!
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Leo, estuve revisando este sitio, me pareció interesante, http://pixturas.blogspot.com/2010/05/rada.html
un abrazo
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